El contacto entre la naturaleza y tu mesa

Nos une la pasión, la búsqueda incansable de producir alimentos en equilibrio con el ambiente.

Somos una sociedad de familias agropecuarias en busca de nuevos sistemas de producción.

Para disfrutar de buenos aceites de olivas en tu mesa, la magia ocurre en un lugar muy importante para nosotros: “la almazara” o en árabe: “lugar donde se exprime”.
Las aceitunas son cosechadas del campo y llevadas inmediatamente para comenzar con la elaboración. Se clasifica y limpia la fruta para luego ser molida y formar una pasta homogénea.
En nuestras amasadoras batimos la pasta para facilitar la separación del aceite del resto de componentes de las aceitunas.
Posteriormente mediante los decanters y centrífugas verticales logramos la separación de los 3 componentes, aceite, orujo y agua de vegetación.

Por último, los aceites son almacenados en nuestros depósitos extremando controles de temperatura, oxígeno, y resguardado del contacto con la luz.
Nuestra integración finca-almazara nos permite minimizar los tiempos entre que la aceituna es cosechada hasta ser procesada, lo que nos permite actuar en todas las variables de su desarrollo y lograr aceites de excelente calidad.
Contamos con una rigurosa política de control con fin de asegurar la excelencia en la producción y envasado. Sometemos cada uno de los procesos a auditorías permanentes, demostrando nuestro firme compromiso con la calidad y la mejora continua.

Producimos aceites de oliva virgen extra de máxima calidad, conservando todas sus cualidades fisicoquímicas y mejorando las comidas de todos los hogares.
Tenemos la capacidad de ofrecer aceites con diferentes perfiles sensoriales (picantes, amargos y frutados), una amplia gama de opciones para satisfacer las necesidades y preferencias de nuestros clientes. Esto se debe gracias a nuestros diferentes varietales: Arbequina, Arbosana, Changlot, Coratin y Picual.